Claudia Manuel Murga
Al-Ahmar fue el primer rey del estado nazarí de Granada que reinó con el nombre de Muhammad I. Nació en Arjona (Jaén) en 1195 y aunque, una vez en el poder, quiso buscarse una ilustre genealogía entroncando a su familia con uno de los compañeros de Mahoma, la realidad es que era de una familia de agricultores acomodados de Arjona. El asesinato de Ibn Hud en 1237 hace que se fortalezca la posición de Ibn Nasr como nuevo líder musulmán de al-Ándalus. Las poblaciones de Almería, Granada y Málaga terminan por reconocer su autoridad en 1238. A finales de ese año ya domina un basto territorio que abarca las actuales provincias de Almería, Granada, Málaga y parte de las de Jaén, Córdoba, Cádiz y Murcia.
Fue Muhammad Ibn al-Ahmar, o Muhammad I, quien trasladó su residencia del Albaycín a la colina vecina en 1237. En un momento de cierta paz con los reinos cristianos, su nieto Muhammad III (1302-1308) levantó la Gran Mezquita de la Alhambra. Se produjeron una serie de luchas internas.
Durante el reinado de Yusuf I (1333-1354) se continúa la obra con la construcción del Palacio de Comares. Su hijo Muhammad V (1354-1359) manda diseñar el Patio de los Leones y los aposentos adyacentes, con lo que se considera que se puso fin a las construcciones de estilo puramente árabe en la Alhambra.
El de enero de 1492 Boabdil entrega la Alhambra y su reino a los Reyes Católicos, acto con el que terminan también ocho siglos de dominio árabe en la Península Ibérica.