Alejandro Gastardi Torres
Cuentan las crónicas que el avance de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, prosiguen su encomienda de liberar la península del credo de la media luna. Los preparativos hechos durante todo el año de Nuestro Señor de 1489 fueron excepcionalmente intensos porque se pretendía asestar el golpe definitivo a El Zagal, baluarte dueño de Almería, Baza y Guadix, amén de consolidar lo ganado en 1488, todavía en precario, como habían demostrado las numerosas cabalgadas que el Zagal había llevado a cabo aquel invierno.
Entre Almería y Baza, se escogió como objetivo principal de la campaña a la segunda, por ser más fácil de asediar al no ser puerto de mar, y porque se accedía a ella desde mejores caminos de aprovisionamiento a partir de Quesada, en el alto valle del Guadalquivir o, por mar, desde las playas de Vera y sur de Murcia. Además, carecía de las ventajas que proporcionaba a Almería la proximidad de la Alpujarra, su situación tenía más valor estratégico que la de Guadix y su toma permitiría un gran avance de la frontera en todo el sector nordeste.
Pero Baza había sido bien avituallada y puesta en estado de defensa, y El Zagal tuvo la habilidad de permanecer en Almería, a la que seguía considerando punto principal de sus dominios, mientras situaba en Baza a Yahya Alnayar junto con su hombre de máxima confianza, Abu-l-Qasim ibn Ridwan Bannigas, de modo que su pariente, al frente de los sitiados y rodeado de mandos fieles a El Zagal, no pudiera hacer otra cosa sino defender la plaza.
Se esperan nuevos movimientos por parte de las tropas cristianos para asediar al rey de los nazaríes. Continuaremos informando...
